Las sesiones de las asambleas son públicas, salvo en el caso que ésta acuerde celebrarlas a puerta cerrada por razón de interés de Estado, o por que se trate en ellas asuntos referidos al decoro de las personas, por ello el cumplimiento de este principio, resulta de vital importancia para que los electores y el pueblo en general, conozcan que sus problemas son realmente el centro de preocupación y ocupación de las personas que ellos eligieron para integrar sus instituciones representativas, en función de lo cual hay que garantizar:
- Tratar de utilizar siempre el mismo local para la realización de las sesiones, para que el pueblo identifique que es ahí donde se tratan los problemas de la localidad, y crear condiciones para que en lo posible se permita el acceso de la población.
- Invitar sectores poblacionales para determinados asuntos, dígase estudiantes para temas educacionales, economistas en esos asuntos, jóvenes para los temas de la recreación, profesionales de la salud, integrantes no delegados cuando informa un Consejo Popular, asesores de las comisiones permanentes cuando éstas presentan sus trabajos.
- Que los delegados efectúen reuniones con los factores de la comunidad para solicitarles sugerencias o propuestas sobre los temas de interés a debatir en la sesión.
- Crear facilidades que propicien el acercamiento de las personas a escuchar el desarrollo de las sesiones.
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